domingo, 19 de febrero de 2012

¿No lo sabías? ¡Tengo sorpresas!

Parece mentira el tiempo que llevaba sin que se deslizaran cientos de letras en forma de reflexiones diversas por este medio de desahogo y expresión. Cierto es que hace tiempo que creo que tengo una gran cantidad de pensamientos atascados que necesitan este tipo de desahogo, pero no había tenido el tiempo o no lo había empleado para estos menesteres.

Como muchos ya sabréis, me caso este año. Qué va a ser el tema sobre el que voy a comentar levemente hoy.

Para muchos ha sido una sorpresa esta noticia, para otros “Crónica de una muerte anunciada” que antes o después sucedería.

Desde mi punto de vista, habiendo encontrado la persona adecuada que me quiere, cuida e incluso alguna vez me comprende (¡y viceversa claro!) era algo que debía que hacer. No deja de ser un formalismo que no cambia ni los sentimientos ni la situación “real”, se trata de dejar patente de alguna manera la seriedad del compromiso que tenemos el uno con el otro, como decía al principio de la oración a formalizar nuestra situación. Como me gusta decir a mi, dar un paso más.

Haciendo un resumen de lo que ha sido mi vida, puedo decir que soy feliz y la parte que más me ayuda a conseguir este objetivo es avanzar; y con este paso más no busco ser feliz sino avanzar, quemar etapas y continuar con la conciencia tranquila de estar haciendo las cosas bien en la compañía adecuada.

Tengo 27 años, joven para algunos viejo para otros. Cuestión de generación. Pero creo que es una edad estupenda habiendo encontrado con quién contraer esta alegría y a la vez responsabilidad: suficientemente mayor para poder diseñar un plan con la cabeza y suficientemente joven para que el corazón siga describiendo mis acciones.

Desde el punto de vista de la familia, como no podía suceder de otra manera me han apoyado como siempre lo han hecho, sin exceso dejándome decidir. A alguno le sorprendió más que a otros pero siempre entró en la lógica.

Para mis amigos sin embargo creo que fue un shock mayor, ya que soy el primer de todos mis grupos de amigos y casi de los de mi prometida (como impone esta palabra más vista en novelas románticas que en este cuaderno de bitácoras).

Es tiempo de crisis, pero también hay tiempo para la esperanza de hacer algo duradero (esto ya no está tan de moda) y de disfrutar. Alguien podría pensar que sería más sensato esperar a tiempos mejores, pero el tiempo es algo finito que se consume o lo consumes. Yo he decidido consumirlo y esa es la razón por la que me caso.

No hay comentarios: