Parece mentira que este desasosiego que en ocasiones supone para mí este cuaderno de bitácoras, lleve activo (en unas ocasiones más que otras) desde marzo de 2005. En todo este tiempo, a mi modo de ver, el balance ha sido positivo. En ocasiones no le he dedicado el tiempo porque no lo he podido dedicar o no porque no he sentido la llamada de "las letras".
Con esta nueva entrada, quería aprovechar para desear un feliz año a todas aquellas personas a las que no he visto en lo que va de año y en especial, a todas aquellas a las que no pude enviar un mensajillo para decirles que son importantes para mí y que me acuerdo de ellas independientemente de la frecuencia con que nos veamos. Como siempre los “problemas técnicos” se apoderaron de mi móvil (quien me mandaría meterme en camisas de once varas como me solía decir un antiguo entrenador del que guardo un grato recuerdo).
Nada más que decir, salvo una pequeña perlita para los israelitas y palestinos: pensad que se gana y que se pierde con una guerra sin final que en todos estos años ha tenido tantas sombras y en la que nunca habrá luz (ni real ni celestial) para nadie.
Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros. Confucio.
3 comentarios:
Nos acordamos de ti jejeje, un abrazo.
Yo no me acuerdo, quien decías que eres?
Jaja, soy maligno, ya sabes que por los alcobendas estamos y que en ti pensamos asi que cuando te quieras pasar a tomar unas cañas estas mas que invitado.
Saludos cafriles!
Felicidades!!! Que como creo q no lees mucho el mail, x lo menos a ver si lees esto.
Marco
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