miércoles, 26 de junio de 2013

Análisis sobre la Universidad

Hace poco ha vuelto a hablar el Ministro de Educación y como cada vez que lo ha hecho, ha subido el pan. Esta vez a abierto el debate de becas y de manera indirecta la calidad de la educación superior en nuestro país.

Nuestro Ministro, José Ignacio Wert, es una persona a la que tras su trayectoria en el gobierno y habiéndole oído en varias tertulias en años anteriores definiría como una persona inteligente, provocadora y sobretodo transgresora.

Hasta ahora no ha realizado ninguna acción concreta, entre otras cosas porque la Educación es una competencia que se encuentra prácticamente transferida a las Comunidades Autónomas. Lo que si ha creado varios fuegos o debates. El último respecto a la reducción de becas en la Educación Superior.

Lo que nos ha llegado a los oído a través de los mass media ha sido la propuesta de implantar una nota mínima para recibir becas de un 6,5. Como en otras ocasiones no estoy de acuerdo en la solución planteada por el Ministro, aunque creo haber coincido plenamente con él en los problemas que tiene nuestra educación superior, bajo mi punto de vista los siguientes básicamente:

  1. Un exceso de titulados universitarios.
  2. Una calidad muy dispar de contenidos entre diferentes titulaciones (p.e. turismo e ingeniería naval).
  3. Una formación teórica falta de práctica.

Ante estos problemas se ha procurado llegar a las siguientes soluciones, en las que también coincido con nuestro Ministro:

  1. Reducción de titulados universitarios, incrementando profesionales cualificados vía FP.
  2. Incremento de la exigencia en varias titulaciones (especialmente en humanidades).
  3. Incrementar la autoexigencia personal de los alumnos más brillantes.

En lo que difiero del planteamiento del Ministro es en el camino  para llevarlos a cabo. A mi modo de entender la Educación Superior, al igual el funcionamiento idóneo de una Sociedad, ésta debe tener como principios fundamentales la libertad, la igualdad y la justicia (por este orden). Más si cabe teniendo en cuenta que en función de los cimientos formativos tiende a desarrollarse el futuro profesional de nuestra vida, que actualmente tiene como fecha límite los 67 y subiendo.

En mi humilde opinión las líneas maestras que deberían seguirse a aplicar en la Educación Superior deberían ser las siguientes:

  1. Libertad. Creo que las pruebas de acceso a la Universidad fundamental para garantizar la libertad de elección. Estas pruebas deberían ser la verdadera barrera de entrada a la universidad, ya que debe impedir que aquellas personas que no estén dispuestas a sacrificarse (estudiar) o no tengan la capacidad suficiente (el menor de los casos) puedan acceder a la universidad. Todo el mundo debe poder entrar, aunque requerirá de esfuerzos que hay que estar dispuestos a asumir. Es la eterna matriz de derechos-oportunidades. A su vez con el objetivo de permitir que cualquier persona pueda formarse en sector / actividad soñado, hay que crear una red de Formación Profesional escalonada por niveles de dificultad que permitan el desarrollo personal de cualquier persona.

  2. Igualdad: Para garantizar la igualdad de oportunidades, es necesario que el Estado cree una estructura que limite que se pueda menoscabar las oportunidades de las personas de los estratos sociales más bajos. Para ello, hay que dar ayudas y becas a las personas que puedan tener dificultades económicas para costearse la Universidad. Esto no implica que la Educación Superior sea prácticamente gratuita para todo el mundo (actualmente lo es en un 80% del coste). No parece lógico que las personas que generalmente tienen los salarios más bajos (sin titulación) costeen la educación de una gran parte de la Sociedad con mayor nivel de renta. Por ello, las becas deberían cubrir un mínimo del coste de matricula más manutención y alojamiento. Y estas deben facilitarse en las mismas condiciones que al resto del alumnado, es decir, el aprobado es suficiente para obtener un título y para obtener una beca. Otra acción importante por el Estado debería ser eliminar el actual método acceso Universidades Privadas. Para garantizar la igualdad el Estado debería sacar una serie de plazas por titulación y que los alumnos puedan elegir siempre una Universidad Pública (sin inconveniente que las Universidades Privadas puedan ofrezcan títulos homologados, pero nunca restando plazas para la pública). No existe la igualdad de oportunidades en este país en el que con dinero puedas obtener un título de medicina en Privada, mientras otra persona con mayor capacidad y vocación no pudo acceder a la titulación al tener la Pública una nota de corte más elevada. En caso contrario caeríamos en la generación de élites por nivel de renta cuando el objetivo de la Educación Superior es la creación de "élites por nivel formativo".

3. Justicia. En este punto, sería necesario unificar niveles de exigencia para las diferentes carreras. Las diferentes licenciaturas (o grados actualmente) actualmente tienen el mismo status formativo, en consecuencia debería exigirse el mismo esfuerzo a los alumnos. Esto no quiere decir, que haya que adquirir los mismos conocimientos en las diferentes carreras, pero sí que sean exigentes por igual (sea en forma de examen, lecturas, investigación o análisis de documentos) en la formación; tanto en una asignatura de anatomía de medicina, como una asignatura de marketing en Economía. Si no existe materia, ni bibliografía suficiente es que no merece ni ser materia universitaria. La justicia es la que marca el nivel de dificultad y que debe regularse en función de las necesidades de cada Sociedad, pero que deben ser iguales para todos.

Mucha suerte señor Wert.

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