
Como ahora en el trabajo estoy un poco desahogado, decidí pedir la mañana para realizar el formalismo de pedir la expedición de pedir el título universitario. No sabía la que se me venía encima… Salí a eso de las 12 con un poco de prisa ya que aunque la autónoma se encuentra a menos de una hora nunca se sabe lo puede pasar.
Y pasó exactamente aquello que puede pasar, llegué a nuevos ministerios y me senté a esperar a tren. Como la gente de la Renfe tiene un control absoluto del tiempo, me tiré esperando cerca de media hora en el andén esperando (los trenes pasan cada 20minutos). Total, la megafonía se digna a decir, que ya está todo solucionado… lástima que no se les ocurriera decir que había un problema nada más entrar y me hubiera ido en autobús.
Ya como eran cerca de las dos decido irme a mi casa, comer y acudir a las 4 (horario de apertura de tarde) con fuerzas renovadas hacia la oficina de “gestión de alumnos” de mi facultad.
Llego algo antes de las 4, pero allí hasta la 16.25 no el todopoderoso Avelino, casi un 25% de la jornada de tarde fumada. Abren a las 4 cierran a las 6, ya me contarán.
Resulta que pido la tramitación y expedición del título y me dice el sr. Avelino que eso no se puede hacer que no tengo las notas cerradas. Esta super-especie de funcionario me ha detectado al instante, no le ha hecho ni falta encender el ordenador para saber mi problema: “… vuelva otro día cuando se pueda realizar…”. Yo me pregunto de dónde sacarán este tipo de respuestas automáticas ¿?
Le insisto que si que es posible realizarlo de hecho varios compañeros en mi misma situación lo han conseguido (no sé ni cómo…), además de que he pedido el día para poder hacer el trámite.
Avelino enciende el ordenador, mete mi número DNI en el sistema y yakilikua!! Sí que se podía (lógicamente no se disculpa y mantiene su tono arrogante después de demostrar ser un incapaz). Avelino dice: “deme su DNI”. Yo accedo, el lo mira con minuciosidad, yo le miro a él (no me la líes Avelino…). Con tono solemne y casi con satisfacción me dice que está caducado y que no puede hacer nada. Le digo que tengo el carnet de conducir, y que de todas maneras he realizado otros trámites con el DNI caducado, nada no hay quien le saque de sus 13.
Perfecto acabo de perder mi personalidad por tener el DNI fuera de plazo por 2 meses… grrrrr… Ya me empiezo a cansar.
Expongo que sólo necesito que me de un papel para pagar al banco, tras mucho mareo me lo da… voy al banco, pago y vuelvo para que me den mi certificado de que he pagado. Todo parece sencillo pero ahí está Avelino, no va a ser tan fácil. Me dice de nuevo que el no puede hacer nada porque el DNI está caducado – ¿Hola? Me he apuntado a la Seguridad Social, en el INEM, he pedido la tarjeta sanitaria y hasta me ha parado la policía municipal y a todos ellos les ha valido, pero Avelino es un tontolculo de los que ya no quedan e insiste. Me dice que vuelva la semana que viene que su compañera sabe mejor como funciona eso y que ahora está de vacaciones.
Pero yo de ahí no me muevo… hasta que no me lo dé nada de nada. Total que consigo que acceda, pero debo entregarle una fotocopia del DNI y del Carnet de Conducir (me tengo que hacer la cola de la reprografía de casi 15 minutos porque a Avelino no le apetece levantar la tapa de la fotocopiadora que está a su lado).
Ya por fin, consigo mi objetivo… he conseguido mi justificante de pago del expediente. Hasta para pagar 140 euros por un título que ya te has sacado y no deberían cobrarlo, y que te darán en el razonable plazo de 9 meses (yendo tu mismo a buscarlo claro) te marean la perdiz.
Muchas gracias a todos, especialmente a Avelino con el que he intimado bastante, especialmente con su familia de la que me he acordado tantas veces. Me ha recordado al Monólogo de “Los Funcionarios”:
El otro día tuve que salir para hacer unas gestiones burocráticas….
Nada complicado, ¿eh? Tuve que ir a sacar un certificado de empadronamiento para renovar el DNI, porque como me he cambiado de domicilio, me hacía falta para compulsar una fotocopia para presentar en hacienda…. lo típico.
Y una cosa puedo decir: he descubierto una raza superior: LOS FUNCIONARIOS….
Es que los funcionarios no son igual que el resto de los humanos…. Para empezar, el ser humano desayuna una vez al día…. Pues los funcionarios no. Los funcionarios, vayas a la hora que vayas, siempre están desayunando.
Lo que creo, es que hacen guardia para que siempre haya uno desayunando. Incluso creo que tienen montada una red de tal manera, que en cuanto te ven llegar, se avisan por teléfono: “oye Jiménez, y Jimenez que acaba de entrar una con cara de buscarte, que no sé…. Anda vete corriendo a desayunar”…
Y así pasa, que tu haces 4 horas de cola, llegas a la ventanilla y te dicen: “Esto no es de mi competencia, lo lleva Jiménez, y ahora justamente estará desayunando”….
Pero aún puede ser peor, eh? Te pueden decir: “Mire señora, esto lo lleva Jiménez, pero hoy no ha venido porque tiene un día moscoso….”
Que claro, cuando oí la palabra moscoso, pensé que era una gripe con mocos…. Pues no…. Es un día libre que tienen. No será una gripe, pero es igual de contagioso, porque hoy la tiene Jiménez, ayer la tuvo aquel,la semana pasada el bedel…
En fin, que tuve que hacer 3 viajes hasta que se me apareció Jiménez…. ¡Bueno! Al verle, es que me temblaban las piernas. La verdad es que casi me daban ganas de pedirle un autógrafo. Y va y me dice: “Pero señora, esto es urgente! ¿Cómo ha tardado usted tanto en venir a recoger el certificado?” Tu, claro,…. ante esa raza sperior, pues te acojonas y dices: “Pues mire, es que viene la semana pasada y usted tenía un mocoso y su compañero no sabía nada,…”.
Entonces… él te mira como la de Fama, como diciendo: “Buscas el certificado, pero el certificado cuesta, y aquí es donde vas a empezar a pagar con sudor”…Por fin te da un impreso y te dice: “Vaya a que se lo selle el oficial adjunto”… y ¿dónde está ese señor?, “Bueno pues ahora justamente debe estar desayunando” y ahí te quedas esperando al oficial adjunto, y viendo lo cariñosos que son los funcionarios… todos hablando por teléfono con la familia, con el padre, con el tío, con la prima, y claro! Tú te solidarizas con ellos….acordándote de la madre que los parió a todos.
Por fin llega el oficial adjunto, y antes de que puedas abrir la boca te dice: “Enseguida le atiendo, espere un momento”. Y cuando un funcionario dice “Espere un momento”…. ¡Atención! porque aunque no se note, el va a entrar en otra dimensión. Lo que para ti van a ser dos horas de reloj, para él son unos minutitos de nada. Pero unos minutitos muy bien provechados, ¿eh?, cuando viene, vuelve cargado con las bolsas de Hipercor, con la merluza congelada goteando….
¡Y es que claro! Los funcionarios, como raza superior, tienen el poder de dominar el tiempo.
Tú, por ejemplo, le preguntas a un funcionario cualquiera: “¿En qué cae el año que viene el puente de la Inmaculada?” Y él en menos de un microsegundo te dirá sin pestañear el año, el mes, el día y hasta te informará de que él ya tiene reservado el puente para irse a Altea…. El Windows Millenium a su lado es como la cuenta de la vieja….
Por fin, como ya tienes el certificado sellado, te vas a Hacienda, que en el fondo es lo que estabas deseando. La cola de Hacienda es como la cola del dentista: sabes que algo te van a sacar… Y pasa una cosa curiosa, cuando por fin te toca, el funcionario que está detrás de la mesa te dice:”Siéntese”. ¡Malo, malo, malo!,
¿Ustedes conocen a alguien que le hayan dado una buena noticia sentado?. Pero bueno, tú te sientas, abres tu carpetita azul con gomitas donde pone “HACIENDA”, sacas los papeles, él los coge, empieza a leerlos y también empieza a poner caras raras… y mientras lo lee, te mira de una forma intermitente, como diciendo: “¡Es usted una choriza!” Y tú muerta de miedo, pensando “Que habré hecho…” Te sientes como en el corredor de la muerte esperando a que te frían… Y en ese momento suena el teléfono, el tío impertérrito mirando el ordenador….y el teléfono sonando… y el tío mirando el ordenador… y el teléfono sonando y el tío sin hacer caso… y el teléfono sonando… que te dan ganas de decir: “¡Pero conteste por el amor de Dios! ¡!Que puede ser el indulto!”.
Por fin le da a una tecla del ordenador y te dice: “pero es que esto está mal. ¿Esto quién lo ha hecho?, y tu otra vez acojonada dices: “Pues Jiménez, pero no le diga que se lo he dicho yo”. “Pues tendrá usted que traerme otro certificado antes de 24 horas, porque sinó tendrá que pagar una multa de 400.000 Ptas, por que estos datos no se corresponden con los de mi ordenador…”.
¡Sacarle otro certificado a Jiménez en menos de 24 horas! Y le digo: “¿No sería mejor y más fácil que yo le comprara a usted otro ordenador?”.
Pero la próxima vez… a mi no me pillan, ¿eh?… No, no. La próxima vez, cuando yo esté sentada delante del funcionario, sacaré el termo de café, mi bandeja con bollo, una exprimidora, dos kilos de naranjas…. y le diré: “Aquí tiene usted el desayuno, pero de aquí no se mueve”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario